Sensualidad En Tres Dimensiones
Si tuviéramos que escoger un solo rasgo de sensualidad, sería una decisión muy difícil de tomar. ¿Empezamos por arriba? ¿Por abajo? ¿Por los detalles? ¿Por la silueta?
Esa es una pregunta que simplemente, no puede contestarse porque somos un todo, una sensualidad que solo puede admirarse por completo en tres dimensiones.
Podríamos intentarlo y pensar, por ejemplo, que ese rasgo de sensualidad son nuestras largas piernas; esas que nos llevan por el mundo descubriendo todas las maravillas que contiene y revelándonos todas aquellas que llevamos por dentro.
O podríamos contestar que ese rasgo de sensualidad son nuestros labios, porque con ellos besamos, gracias a ellos expresamos todo el amor que sentimos y ellos nos permiten, además, dibujar las más sutiles sonrisas, esas que se convierten en una ventana de nuestros más profundos pensamientos.
Pero no es solo ver, no es solo escuchar, no es solo oler, tocar o saborear. Se trata de ir más allá, porque la sensualidad va más allá, porque ese secreto que se esconde en todas nosotras es impalpable y no tiene fin.
Se trata de ver lo invisible, de tocar lo intocable. Se trata de crear ilusiones que nos salgan desde adentro, porque justo ahí, adentro, es donde reside la sensualidad que se hace magia.
Se trata de sentir con todo el cuerpo, de hacer que el corazón palpite más fuerte, de permitirle a tu piel que se erice al contacto con nuevas sensaciones y de abrir tus ojos tanto, que puedan grabar para siempre las mejores imágenes y recrear eternamente los mejores momentos.
La sensualidad existe de muchas formas, existe en tres dimensiones. Y es así como se siente el brasier 3D; un brasier que genera un realce triple, un bra que lleva tu sensualidad a lugares inexplorados. No es solo ponerte un brasier, es experimentarlo, es sentirlo, es vivir la nueva generación del realce, en tres dimensiones.