El Primer Brasier De Realce

Miradas robadas, ojos hipnotizados, comportamientos no habituales, atracciones fatales, cambios de look, caos vehicular, nuevas relaciones, cambios de perspectiva, sorpresas inesperadas, magnetismo incontrolable, amores a primera vista, polémica, envidias y mucha curiosidad. Es imposible que el primer brasier de realce no cause tal conmoción como lo hizo el MAGIC UP.

A partir de 1993, la vida de muchos hombres y mujeres dio un giro de 180º en todos los sentidos. La forma de ver el busto nunca fue la misma después del MAGIC UP, que en su mágica cajita azul llegó para quedarse. Al aumentar, centrar y levantar el busto, generaba un “efecto operación” que logró confundir hasta al ojo más curioso. Cualquiera que haya usado el MAGIC UP puede dar testimonio de lo que sucede en el mismo instante de usarlo: literalmente, ¡MAGIA!

 

 

La sola idea de crear un brasier que además de sostener naturalmente, pudiera levantar y realzar el busto de una manera extrema, causó una gran curiosidad dentro de la empresa y mucha conmoción. Esto sería cambiar la mentalidad de todos allí dentro y de todas allí afuera. Y así fue.

Sacar adelante este proyecto, fue un reto en todos los sentidos, fue hacer un cambio en los modelos de trabajo, en los tiempos, un gran cambio en las formas de pensar de todos los procesos, en todos los niveles de la empresa. Fueron muchos los materiales, los prototipos, los ensayos, los ires y venires hasta encontrar la fórmula mágica que le dio el nombre al MAGIC UP, una fórmula mágica que trascendió los beneficios de un producto para convertirse en un cómplice de millones de mujeres en Colombia y el mundo.

 

 

Elisabetta Elía, una despampanante modelo italiana, fue quien le puso cara y cuerpo al lanzamiento del MAGIC UP, que a través de vallas publicitarias fue dado a conocer. Ahora todo afuera respiraba magia y se debía a la magia del MAGIC UP. Magia que causaba caos vehicular en las calles de todas las ciudades que adornaban sus paisajes con la sensualidad de una mujer indescriptible y absolutamente magnética.

 

 

Hoy la magia del realce sigue revolucionando al mundo y solo un maestro como Leonisa sabe cómo hacerlo, solo un maestro como Leonisa, sabe ser, la magia misma.